Suena a estética herejía
pero el rebuzno del burro
-la antítesis del susurro-
es un himno a la alegría.
***
Antes de que apareciera
en el Planeta el Humano
rebuznaba el burro ufano,
libre y suelto en la pradera,
igual que en la paramera,
en el monte y en el llano,
ajeno a la que le espera
con el hombre soberano:
!Esclavitud, día tras día¡
Ahora me explico por qué
los burros se resistían
a entrar al Arca de Noé.